La muerte de María Trinidad Matthus me tocó el alma, porque yo también decidí seguir mi sueño de viajar sola, pero he sido más afortunada de poder continuar contando mi historia. Por eso siento que tengo que hacerle honor a quien se aventura a vivir su vida de la forma que quiere, rompiendo los límites de una sociedad dominada por el hombre y que llena de miedo a aquellas que queremos ser distintas. Se nos advierte ser más precavidas y estar más alertas, cuando el cuestionamiento debería estar sobre el que asesina y no en limitar a quienes queremos vivir.
Me niego a tomar la muerte de @sirenamarmaid como un obstáculo de miedo que detiene mi andar, sino como el más grande motivador al darme cuenta de que la vida es frágil, corta y que merece ser vivida en su máximo esplendor a cada momento. Sí, le arrebataron la vida, pero cuando la estaba viviendo a la manera que ELLA quería.