Meditación diaria
- Antonia Lira Munizaga
- 13 jul 2017
- 1 Min. de lectura
El conocer y practicar la meditación ha sido de las mejores cosas que he hecho por mí, por mi vida y por mi propia felicidad. Viajando es difícil encontrar, sobre todo, la privacidad que a veces requiere un momento de espiritualidad como este. Pero otra de las formas en las que uno se puede conectar con el todo es a través de ser consciente de las cosas que uno hace, de hacerlas con intencionalidad. Que con cada paso que des sientas el suelo debajo de tus pies. Que hagas el trabajo de escuchar cada instrumento dentro de una pieza musical. Que con una única respiración sientas tu pecho subir y bajar. Así he logrado estar realmente presente en cada lugar que visito y sentir que lo aprovecho, aunque sean pocas las atracciones vistas o pocos los kilómetros recorridos ✨
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